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Cuadernos famosos: Tolstoi

Esta serie está dedicada a cuadernos que, de una forma u otra,

han dejado su huella en la Historia. Ver más en: Cuadernos famosos.


El desarrollo de la mente y el alma del célebre escritor ruso León Tolstoi (1828-1910) puede escrutarse con bastante detalle en los diarios que mantuvo durante casi toda su vida. La primera anotación en uno de sus cuadernos está fechada en marzo de 1847, y la última data del 3 de noviembre de 1910, apenas cuatro días antes de su muerte. Sus diarios se vieron interrumpidos de vez en cuando por meses e incluso por años, sobre todo durante los períodos en que se concentraba en la escritura de sus obras.


Desde el principio, sus diarios constituyeron una herramienta importante para su educación y autodesarrollo, aunque con el tiempo también comenzó a usarlos como preparación para sus obras. Se puede rastrear en sus ellos todo su proceso creativo, desde que da con la idea inicial para una obra, todo el trabajo de acopio de información para su escritura, sus valoraciones emocionales sobre lo que va escribiendo, y hasta sus últimas correcciones para imprenta.



Se conservan 3 manuscritos con sus reglas de vida y 31 cuadernos con su diario, en total casi cinco mil páginas; además de unos 55 cuadernitos de notas que comenzó a usar a partir de 1855 para apuntes varios. Tenía incluso un cuaderno al lado de la cama destinado exclusivamente a anotar sueños e ideas que se le ocurrían de noche, y otro que llevaba consigo durante el día a todas partes.


Solo llegó a desarrollar en sus trabajos literarios una mínima parte de todas las ideas y pensamientos que tenía en sus diarios, a los que llegó a considerar como su mejor obra.


«Pienso que lo que escribo en mi diario no es únicamente para mí, sino para la gente, principalmente para aquellos que vivirán cuando yo corporalmente ya no esté, y eso no tiene nada de malo. Esto es lo que creo, y lo que se requiere de mí. Bueno, ¿y si se queman estos diarios? Tal vez son necesarios para otros, pero para mí no solo son necesarios, sino que son yo».

 



De tapa dura, con costura en el antiguo estilo copto, una cubierta pintada a mano y 80 hojas blancas, nuestros cuadernos coptos son el soporte ideal para llevar un diario y llegar a conocernos mejor a nosotros mismos, como hizo Tolstoi. ¡Descúbrelos!

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